sábado, 9 de febrero de 2008

Observaciones sobre el comportamiento humano en primeras socializaciones

Eran como una manada que, descarriada y aturdida, corría por el lugar. Los ojos desorbitados, la mente en blanco, el sudor brotándoles por los poros a pesar del viento frío que soplaba... A un kilómetro a la redonda podía escucharse el estruendo de esa suerte de malón que, desesperado, sigue un camino errante culpa de su desconocimiento absoluto de la realidad.

La inercia se apodera de la mayoría de ellos, quienes siguen a sus coetáneos ennvueltos en una histeria colectiva. Los rostros, pálidos de ansiedad y miedo, dan cuenta de su estado cuasi desesperanzado.

Agrupados en conjuntos más pequeños se puede ver como se repiten determinados paradigmas, casi como si fueran salidos todos de una línea de montaje; ellos mismos, siguiendo un patrón incierto, buscan la compañía de los que grosso modo les son afines. Dichos grupos tienen figuras que a primera vista aparentan un perfil de liderazgo, aunque un análisis un poco más minucioso dejará ver sus inseguridades, menos aparentes pero tan grandes como las del resto.

A pesar de todo esto y en contraposición al caos reinante, se percibe un aire de armonía que no se ve en otro lado. La condición de iguales, de presas de matadero que sienten todos los hace encontrar en sus pares un poco de seguridad, que se manifiesta en un ámbito de cordialidad mutua entre todos los asistentes.

De pronto llega la hora de la verdad. El descontrol y el pánico ganan el campo nuevamente y se ven otra vez corridas, lagrimas contenidas, caras de depresión o desesperación... Pasos apurados, escaleras, pasillos, portazos; todo junto entre paredes cansadas de ver todos los años lo mismo.

Asi pese a quien le pese, el primer examen universitario de la mayoría comienza y todos estos adolescentes desamparados dan su primer paso para lo que marcará el resto de sus jóvenes vidas.



Quería volver con algo un poco más literario, pero no pude evitar pintar un retrato que vi esta mañana. Espero que les guste. Gracias a todos los que estuvieron durante estos meses difíciles.